Transforma tu vida: Primeros pasos para sanar y superar el duelo
- comunidadfreodom
- 19 jun 2024
- 12 Min. de lectura
¿Te has preguntado cómo sería liberarte de las cadenas de una conducta sexual no deseada?
Al comienzo de este año 2024, lanzamos el primer programa oficial de Frēo•dōm, diseñado para la sanación y restauración de la sexualidad a través de la Psicología y la Teología del Cuerpo.
¿Imaginas ser parte de una comunidad de más de 80 personas, todas comprometidas en un viaje de sanación, formación, oración y fraternidad? No solo es posible, es real. Muchos de nosotros hemos descubierto que, para dejar atrás conductas como la masturbación y la pornografía, necesitamos enfrentar y superar diversos duelos. Pero esto no se puede hacer solo, necesitas de una comunidad.
¿Estás listo para transformar tu vida?
En esta entrada, exploraremos temas fundamentales para esa transformación: ¿Cómo vivir un duelo? ¿Cómo construir una vida que realmente te guste vivir? ¿Cómo expandir nuestra ventana de tolerancia? Estos tres aspectos son claves para integrar y sanar nuestra sexualidad.
Sumérgete en esta lectura y descubre el camino hacia una vida plena y restaurada. Tu transformación comienza aquí.
RECORRIDO

Para ello, quiero ubicarte en dónde estamos. Ya vimos que esto no es un problema superficial, sino más profundo, y parte tiene que ver con las dinámicas, heridas, y posiblemente traumas que vivimos en nuestra familia de origen. Para ello, sino la has leído, te invito a leer nuestra entrada anterior. Titulada: Conductas Sexuales No Deseadas y tu Sistema Familiar: Una Relación Inesperada
Creo que varios de los que estamos leyendo esto ya hemos caído en la cuenta de qué manera hemos sido heridos y sabemos que no tuvimos una familia perfecta.
Y, aquí la pregunta a la que queremos llegar, que seguro te seguirás haciendo: ¿Cómo sanar? ¿Cómo tener un corazón libre de vicios? ¿Cómo sanar mis relaciones pasadas? Tu corazón como el mío, desea sanar, ¡lo necesitamos!
¿Qué se necesita para empezar a sanar?
¿Necesitamos oración? Sí, de la ayuda de Dios.
¿Necesitamos ayuda psicológica? Definitivamente.
¿Necesitamos ubicar lo que nos mantiene anclados en el mismo ciclo de lujuria? 100%. Para poder empezar a romper estos patrones y reemplazarlos por hábitos positivos.
Y creo también, no nos cansaremos de recordarlo: Necesitamos construir una vida que nos dé gusto vivir.
Crea una vida que te apasione
Cada día que comience, planea que sea un día que te dé gusto vivir. Y claro, no estoy diciendo que siempre tendrás días color de rosa o días increíblemente bellos, sino que ahí,
En medio de tu vida ordinaria, construye una vida extraordinariamente bella.
Parafraseando a San Josemaría Escrivá, lo anterior se puede lograr en tu día a día:
“Teniendo presencia de Dios, así tendrás una vida sobrenatural en tu ordinariedad. Trabaja con alegría, con paz, en presencia de Dios. De esta manera, realizarás tu tarea, llegarás hasta el final aunque te rinda el cansancio, la acabarás bien…” y lo más importante, lo disfrutarás. (cfr. Forja)
Deja de vivir siendo esclavo de ti mismo. No disfrutar lo que haces o aceptar dinámicas en relaciones que no te ayudan; puede mantenerte constantemente en conductas sexuales no deseadas.
El Señor te llama a través de varios medios, uno de ellos es a través de este apostolado, y Él te llama a la GRANDEZA: ¡Ser de SU familia, pertenecer a los hijos LIBRES de Dios!
Levanta tu mirada y eso que haces en tu día a día, hazlo con un sentido sobrenatural, en presencia de Dios y te ayudará a empezar a vivir como dueño y señor de ti mismo, con un sentido oblativo de tu realidad, viviendo ya un cielo en la tierra.
Un amor ordenado
Esto de “amar a Dios con locura,” pero tú eres el primero que no te amas. Cayendo y aceptando conductas que van en contra de la verdad de tu ser.
Primero ámate y cuida de ti mismo, para que puedas así, amar y servir a Dios con un corazón lleno y desbordante.
Y así, tu vida llegará como dulce incienso en la presencia de Dios, porque estás actuando desde el amor íntegro de tu persona.
Sanar las heridas del pasado
Vivir el duelo es una etapa indispensable para sanar y así procesar TODAS las herramientas que hemos recibido
Por ejemplo, así como cuando alguien pierde a un ser muy querido cuando muere, y pasa por un periodo de asimilación y resignificación de la pérdida, haciendo duelo. Nosotros también necesitamos hacer duelo de lo que perdimos, deseamos y no tuvimos.
¿Perdimos tal vez nuestra inocencia y pureza cuando éramos niños? ¿Posiblemente perdiste la confianza de un familiar que amabas mucho pero en realidad te lastimó? ¿Perdiste una madre que te amara como tú lo necesitabas, o un padre que no estuvo contigo en esos momentos que más lo necesitaste?
Si te llamo la atención el título de este texto es porque posiblemente perdiste algo, y quieres conseguirlo. Tal vez hemos perdido nuestra autoridad sobre nosotros mismos, todas esas veces que preferimos la salida rápida y fácil hacia la conducta sexual desordenada.
Estamos aquí para tratar de recuperar nuestra pureza, nuestra integridad sexual, nuestro corazón, nuestra mirada, y/o nuestra libertad.
La narrativa cristiana del duelo
Te quiero hablar de lo que significa pasar por el duelo, desde una perspectiva bíblica, desarrollado por el Allender Center.
Y esta se basa en la idea de que el núcleo de la narrativa cristiana está contenido en tres días: viernes, sábado y domingo.
Jesús, si recuerdas, fue crucificado un viernes, fue traumatizado y abusado hasta la muerte. El sábado permaneció el sepulcro sellado y el domingo, Nuestro Señor experimentó la resurrección.
En otras palabras, a pesar del trauma del viernes y el duelo del sábado, ocurrió la resurrección al tercer día.
Sin embargo, para poder llegar a la sanación y resurrección plena del domingo, Jesús tuvo que experimentar el infierno el día sábado. Y lo proclamamos en el Credo de los Apóstoles: “Descendió a los infiernos, y al tercer día resucitó de entre los muertos”.
Y aquí está la invitación:
Lo que fue verdad para Jesús es verdad para nosotros.
No hay manera de llegar a la resurrección del domingo sin pasar antes por el duelo causado por el abuso o las heridas que marcaron nuestra vida.
En otras palabras, no hay manera de pasar del trauma hacia la sanación sin antes sumergirnos en lo que bíblicamente se nombra como: “el valle de sombra de muerte”.
Y, ¿qué significa "pasar por el valle de sombra de muerte“? Sí… ¿Esto es necesario para nuestra sanación?
Adam Young habla acerca de tres etapas para ello:
Nombrar el daño: Identificar y nombrar honestamente el daño que has experimentado en tu familia de origen, en un momento específico o en alguna dinámica prolongada.
Aceptar tus sentimientos y emociones: Reconocer y aceptar los sentimientos y emociones que esto te causa, muchos de los cuales no quieres sentir y has enterrado porque no había espacio para sentirlos.
Vivir el duelo.
Tal vez, pensar en lo que viviste y nombrar ese daño recibido, podrá hacerte experimentar en la parte inferior de tu cuerpo grandes emociones como: dolor, vergüenza, ira, rabia, frustración. Y déjame decirte algo: ¡ESTÁ BIEN!
(Recuerda: tú eres dueño de tus emociones. Permítete sentirlas, dejarlas fluir, respira profundo, que cumplan su función y déjalas pasar.)
Sin embargo, para nombrar el daño que has experimentado, que es el primer paso para vivir el duelo, necesitas abordar la particularidad de tu historia. Y si estás dispuesto a ponerle palabras a esas historias de abuso o dolor, la pregunta es: ¿hasta qué punto te animarás a describir tu historia?
Te platico, el objetivo de este ejercicio (que no necesitas hacerlo solo) es que empieces a sentir las emociones y las sensaciones corporales que experimentaste en la escena original.
Y esta es la clave: permanecer “en el valle de sombra de muerte” significa pasar algún tiempo en los momentos en que fuiste traicionado por alguien que debería haberte protegido y debió haber cuidado de ti.
Significa detenerse, sentarse con la parte de tu historia en la que sentiste absoluta impotencia y notar las sensaciones que esa impotencia evoca en tu cuerpo.
Experimentar esas sensaciones para poderlas procesar y así poder empezar a vivir el duelo.
Porque no hay manera de superar esos “sentimientos no sentidos” sin sentirlos en algún nivel.
Te repito, no necesitas hacerlo ahorita, y no necesitas hacer esto solo.
La historia de Danna
Déjame platicarte un caso práctico para entender hasta qué punto es importante recordar los detalles de la historia dolorosa, para así procesar y vivir un duelo.
Supongamos que una mujer nos dice: “Mi padrastro abusó sexualmente de mí cuando era pequeña”. (Punto final). Hasta ahí escribió su historia.
Y bueno, haciendo un paréntesis, aquí mete la historia que tú has vivido no necesariamente tiene que ser un tipo de abuso sexual explícito, sino puede ser: el abandono que viviste de tu papá, la triangulación que viviste con tu madre, el bullying que sufriste de pequeño, la falta de autoestima y amor propio que hoy vives, etc.
Regresamos a la historia de Danna que nos platicaba que fue abusada por su padrastro.
Ella contaba la historia a 30 mil pies de altura - superficialmente. Seguro que la cuenta así porque eso la mantiene relativamente a salvo de sentir las emociones grandes e incómodas que guarda su cuerpo.
Segundo intento de escribir Su Historia
No es lo mismo decir: "Mi padrastro abusó sexualmente de mí cuando era pequeña", que detallar: "Cuando yo tenía seis años, normalmente sucedía en mi habitación, por la mañana antes de ir a trabajar. A menudo hacíamos crucigramas juntos antes de que él abusara de mí. Un detalle especialmente claro que recuerdo era la cobija de la cama, de color azul con figuras de animalitos." (Incluso mientras recordamos esto, seguro puede sentir en su cuerpo cómo la ansiedad aumenta cuando solo menciono el color de esa cobija).
Podemos decirle a Danna que nos está narrando su historia: "Tranquila, no vamos a adentrarnos ahora en ese momento; solo es un ejemplo ilustrativo para que entendamos cómo debe ser el ejercicio."
La Importancia de los Detalles
Estas son las emociones y sensaciones que vienen a nuestra mente cuando empezamos a contar la historia a ras de suelo, con detalles. Así, en el caso de Danna, ella empezará a sentir las emociones y las sensaciones corporales que experimentó en la escena original, y ESA es la clave.
Esto es muy importante y también muy difícil. Si estás dispuesto a hacerlo, NO necesitas hacerlo solo. De hecho, NO se puede hacer solo. Necesitas a algún testigo honesto de TU historia para poder afrontarla con la fortaleza necesaria para sobrellevarlo, pero con la delicadeza y compasión que mereces.
Necesitamos a alguien más, puede ser un sabio guía, algún amigo, o un terapeuta, alguien que pueda acompañarnos a nombrar con precisión una historia que, por ser nuestra, estamos demasiado cerca para ver con claridad.
El camino de la terapia
El trabajo que ocurre en terapia es exponernos a esas escenas originales, estar con ese dolor, tolerarlo, procesarlo y regresar a nuestro presente menos lastimados. Así, regresaremos a las dinámicas que hemos vivido, que han marcado el origen de nuestra ruptura, y podremos regresar, cada vez más, integrando nuestra historia de manera ilesa.
De este modo, nuestras historias se podrán transformar, ya no en historias de ruptura, sino en "NUESTRA HISTORIA" integrada y restaurada.
Cómo nace el duelo
Después de detenernos en esas historias, surgirá el duelo. El duelo integra redes neuronales en tu cerebro y en esto consiste gran parte de la sanación del corazón humano.
La pregunta aquí es: y, ¿cómo hacer duelo? Adam Young responde:
"Ninguna persona necesita aprender a hacer duelo. Aprender a hacer duelo es simplemente dejar de cerrar los ojos a la verdad de tu historia. Dejar de reprimir esos sentimientos que se sienten demasiado y que son abrumadores, permitiéndote procesarlos... y tu cuerpo naturalmente sabe cómo hacer esto por sí mismo."
Muchos podrán decir: “Si entro en esos momentos de mi historia ya no podré regresar, me quedaré ahí, estancado, es demasiado.” Irónicamente, ¡posiblemente hoy estés estancado! Porque no te has permitido procesar esos sentimientos y experiencias que te han causado tanto dolor. Evidentemente, te mantienen en conductas sexuales no deseadas porque esa es la manera en que has aprendido a “tolerarlos”: evadiendo el dolor y postergando el duelo.
Entonces, no obtendrás la libertad que deseas hasta que estés dispuesto a mencionar la totalidad del daño que has experimentado en tu historia.
El Consuelo de Dios
Finalmente, cuando logras entrar a ese “valle de muerte” en tu vida, te sorprenderá el consuelo que trae Dios en esos momentos. Observa y aprende en la Palabra de Dios. Jesús dice en Mateo:
“Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.” Mateo 5, 4-6
“Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de la cama, sino sobre la mesa, para que alumbre a todos los que están en la casa.” Mateo 5, 14-16
El propósito de descender al “valle de muerte” en las historias de tu vida es para que Dios haga brillar ahí su luz, trayendo consolación en tu historia a través de la sanación y la restauración, para que así sea glorificado vuestro Padre que está en los cielos. (cfr. Mateo 5, 16)
Esto es siempre una sorpresa y siempre es algo misterioso. Pero cuando estás dispuesto, ¡así sucede!
La Experiencia del Sábado
Esto de bajar al “valle de muerte” en nuestra vida, ¿Qué día es en esta narrativa cristiana del viernes, sábado o domingo?
Este es el sábado. Cuando nadie sabía que todo iba a estar bien. Las mujeres estaban desconcertadas, los discípulos escondidos. Nadie sabía que vendría el domingo. De hecho, lo único que sabían era que “todo había terminado.” Todas las esperanzas se habían desvanecido.
Esa es precisamente la experiencia del sábado cuando no sabes lo que va a pasar después.
No conozco otra manera de seguir a Jesús que vivir en nuestra vida esos sábados. Sábados de silencio, pero de confianza en Dios. Sábados de miedo y fragilidad, pero de abandono total en la misericordia del Padre. Sábados de “valle de muerte” y duelo, sabiendo que al día siguiente vendrá el gozo y la resurrección.
Aspira a la Resurrección en Tu Vida
Cristo venció para siempre el pecado, la soledad, la tristeza, la desesperanza y el abuso. ¡La salvación de Cristo es tuya por ser bautizado! Cristo vino a salvarte y redimirte. ¿Estás dispuesto a creerle?
Para ir aterrizando este tema, es importante saber que todas las etapas dolorosas de nuestra vida pasan por estos tres días: el viernes, el sábado y el domingo. Y la mayoría de las veces nos sentimos en sábado, ¿apoco no? Para no caer ni desfallecer en esos días de lucha, se requiere expandir nuestra ventana de tolerancia.
Amplía tu capacidad de tolerancia
Expandir tu Ventana de Tolerancia, propuesta por Dan Siegel, es una gran herramienta para la restauración e integración de tu sexualidad.
Se resume en aprender a tolerar la frustración que conlleva el vivir.
Muchos de los que estamos anclados en alguna conducta sexual no deseada es porque no nos gusta “sufrir,” no nos gusta tolerar nada incómodo.
Con la cultura de lo instantáneo que se permea en toda nuestra vida, es muy difícil permanecer en la virtud, y todo lo queremos resolver con un orgasmo, una escapada rápida a los vicios: a la masturbación, a scrolear hasta el final de redes sociales, a comer o tomar en exceso.
Y si no sabes cómo llegar a calmarte sin prender la computadora, entrar en pornografía y llegar a un orgasmo, estás en problemas, no solo si estás en una relación, sino también en la vida misma.
Entonces, en tu ventana de tolerancia, necesitas encontrar formas no sexuales de poder sentir y dejar fluir tus sentimientos.
(Consejo: las técnicas de respiración son realmente buenas para esto.)
La esterilidad en la Biblia: un escenario de milagros
Por último, te quiero dejar con esta idea de Walter Bruggeman. Él dice que:
La maravilla de la fe bíblica es ver la esterilidad como el escenario de la acción vivificante de Dios.
Y esto nos puede dar mucha esperanza. Porque es posible que tu sexualidad te resulte algo irreparable.
Pero quiero decirte que los lugares más áridos de tu vida, que están llenos de vergüenza, son la arena donde Dios quiere aparecer y hacer su obra vivificante y nueva.
Si el Padre resucitó a Jesús de entre los muertos, entonces podrá resucitar los lugares muertos de tu vida sexual. No hay situación de pecado que Jesús no pueda revertir, no importa cuán desolado o cuán roto esté tu vida.
Deja que Dios transforme tu vida
El placer sexual es algo tan glorioso, tan bueno, y tan bendecido por Dios que desfigurar nuestra sexualidad es el objetivo del mal. Dios se deleita absolutamente en dar el regalo del placer sexual y la bondad que conlleva la sexualidad a sus criaturas. Y debido a que la sexualidad tiene tanta gloria, también es blanco del mal como un lugar de inmenso daño.
La promesa de Dios es que la alegría es posible, incluso en medio de un inmenso quebrantamiento y dolor sexual. La alegría no es que las cosas hayan salido bien o mal. La alegría es ser consciente de que estoy en presencia del bien y ese bien es para mí.
Hay un poder dado por el Espíritu Santo que está impulsando tu vida para traer conversión y sanación. Cambia, muévete, ábrete a la acción de Dios para traer restauración en tu vida. Confía en que Dios lo está haciendo, creando una nueva vida en donde tú eres el responsable y el protagonista.
No olvides la esperanza que existe en el campo seco y estéril de tu quebrantamiento sexual. Dios quiere convertir y transformar, creando un bello, frondoso y fructífero jardín en tu vida sexual.
Con cariño el equipo: Frēo•dōm Integrando la Masculinidad®
Espero que estos recursos te sean de ayuda para ti y para aquellos a quienes acompañas en este desafío.
Si tu hijo adolescente, novio(a) o esposo(a) lucha con esto, invítalo a conocer el temario de nuestro programa RESTORED, disponible en el siguiente enlace: https://www.freodom.online/restored
Mensaje importante:
No queremos que el dinero sea un impedimento para que más hombres y mujeres reciban herramientas accesibles y confiables en su proceso de restauración, sino que puedan recibir la ayuda necesaria.
Si tú quieres contribuir a sostener este proyecto y seguir haciéndolo posible, te invito a conocer las maneras en que puedes colaborar, desde comprar un artículo hasta donar una beca para una persona que lo necesite, y a mantenernos en tus oraciones para recibir la gracia de la sanación y liberación en Dios.
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